martes, agosto 23, 2005

¿Voto en Blanco?

Germán Vargas Lleras lanzó hace pocos días la propuesta de votar en blanco en caso de no ser ratificada la reforma que permite la reelección. "Sería la manifestación del voto de opinión colombiano", aseguró el Senador. También he escuchado a muchos decir que votarán en blanco, porque es preferible eso a no votar. Pero (siempre hay un pero) la Constitución Política de Colombia en su artículo 258, parágrafo 1 estipula que:
“Deberá repetirse por una sola vez la votación para elegir miembros de una corporación pública, gobernador, alcalde o la primera vuelta en las elecciones presidenciales, cuando los votos en blanco constituyan mayoría absoluta en relación con los votos válidos. Tratándose de elecciones unipersonales no podrán presentarse los mismos candidatos, mientras que en las de corporaciones públicas no se podrán presentar a las nuevas elecciones las listas que no hayan alcanzado el umbral.”
Quiero recalcar lo siguiente: “Por una sola vez”. Supongamos que usted vota en blanco para evitar que tal o cual candidato (o una de las listas a una corporación pública) resulte electo. Usted lograría el objetivo de evitar que el o los candidatos repudiados asuman el cargo. ¿Qué pasa al repetirse la elección? ¿Usted cree que las maquinarias políticas tradicionales no tienen su as bajo la manga, es decir, su reemplazo? Tal vez no, pero muy seguramente tienen cuidadosamente diseñado un plan de contingencia.
No hay candidato perfecto, pero con certeza hay alguno que se acerca a llenar sus expectativas. Los candidatos y las listas se conocen con la suficiente antelación como para permitir un análisis adecuado de todos y cada uno de los aspirantes a un cargo público. Se trata de hacer el ejercicio hasta encontrar lo que nos satisfaga. ¿Y si no se encuentra el candidato adecuado? Me cuesta creer que no haya ningún candidato que consideremos idóneo, pero en ese caso siempre queda la alternativa de proponer a alguien en quien confiemos.
Y a esto quería llegar: La democracia debe ser participativa. No sólo se ejerce la democracia a través del voto, sino también proponiendo candidatos, discutiendo con vecinos y amigos, documentándose y analizando las hojas de vida de los aspirantes a puestos de gobierno y corporaciones. No esperemos hasta el último día para decidir por quién votaremos.
Lo que no se vale es no votar. Es un desperdicio del sagrado derecho de decidir quiénes regirán el destino del país, del departamento, del municipio o de la junta de acción comunal durante el siguiente período. Finalmente, recordemos que los funcionarios públicos manejan una parte de SU dinero. ¿Le daría esa responsabilidad a alguien que no conoce?, o peor aún ¿no le importa quién lo haga?.